El Conde sigue dando que hablar 100 años más tarde
Hace ya tiempo que tuvimos como invitado de honor al Drácula de Bram Stoker original y su valoración no pudo ser más positiva. Drácula es un libro que, si bien puede a día de hoy estar un poco chapado a la antigua, contiene todos los elementos que hacen que un libro sea excelente; es una de esas joyas que hay que tener cerca para releerlas de vez en cuando y volver a disfrutar con las aventuras de Jonathan Harker y sus compañeros de batalla.
La fama de la obra de Stoker ha sido tal que durante el pasado siglo XX miles de personas, algunas de ilustre renombre, han ocupado su ocio en tratar de conocer más acerca de la obra. A lo largo y ancho de nuestro planeta se fueron formando asociaciones de "amigos" de Drácula que se reunían esporádicamente para debatir e investigar sobre las hazañas narradas en la obra. Esta fidelidad hacia el personaje ha llegado tan alto que actualmente es, junto con Sherlock Holmes, el personaje literario de cuya vida más revisiones y más compilaciones se han visto publicadas.
Sin entrar en otros nombres propios dedicados al estudio del vampiro más famoso de todos los tiempos y de los que mama directamente el libro, pasamos a hablar ya de la obra que hoy nos ocupa: Drácula Anotado.