miércoles, 8 de enero de 2014

Yo fui a EGB (Javier Ikaz/Jorge Díaz)

Recuerdos y nostalgia (¡¡¡Ains!!!)


Y para nuestra segunda entrada vamos con uno de los libros que han tenido un gran protagonismo estas navidades, una recopilación de todo aquello que rodeaba los años 80 (y parte de los 70 y los 90). Un llamamiento a la nostalgia de los treintañeros que crecieron y tuvieron su infancia durante ésta década.

Antes de nada partir de la idea de que un servidor no estuvo presente apenas en aquellos 20 años. Dicho de otra manera, que la nostalgia presente en mi ronda más por la década de los 90. Sin embargo los de nuestra generación ha recibido claras influencias de todo lo que cuenta éste libro, desde los dibujos animados (y las maravillosas reposiciones que hemos tenido hasta la aparición de los canales digitales), chucherías, juegos de mesa...
Dicho de otra forma, sin tocar la treintena he podido sentirme identificado con los diferentes apartados del libro y creo estar en condiciones de poder hacer una crítica lo más parcial posible (siempre dentro de mi subjetividad).

Tengamos un principio básico. Yo fui a EGB no es una novela. No tiene un argumento y tampoco intenta adentrarse en nada meramente literario. Siendo sinceros, es un producto navideño preparado exclusivamente para sacar dinero, es el "regalo perfecto", el libro que nos hará soñar con tiempos mejores, con nuestro día a día de jóvenes alegres y despreocupados. Si nos apartamos de éste concepto no encontraremos absolutamente nada más.
Yo fui a EGB es el producto del éxito que ha tenido la página web www.yofuiaegb.com, dirigida por los autores del libro y con varias distinciones como los Premios Bitácoras entre otros. Es una web en forma de blog donde los autores dan rienda suelta a sus recuerdos y van analizando de forma amena y divertida aquellos hitos que protagonizaron los años que engloba nuestro documento.
Sin embargo, como suele ocurrir en éstos casos, la página web le da muchas vueltas al libro ya que, como he dicho, es un producto navideño: muy visual, muy gráfico pero parco en contenido.


Centrándonos en el contenido del libro podemos ver cómo se han realizado pequeños capítulos (extremadamente pequeños, para ser sinceros) en los que se engloban diferentes apartados de nuestra infancia: helados, juegos, material de clase, ropa de vestir... y que generalmente están organizados por listas conceptuales (un item tras otro, totalmente descriptivo) o bien a modo de relato en el que solamente se van uniendo unos elementos con otros a partir de nexos.

Personalmente creo que el principal problema del libro es que abarca mucho y se queda en nada. Es un llamamiento a la lágrima del recuerdo y no aspira absolutamente a nada más. Y para ilustrarlo pondremos un ejemplo.
Hay un goloso capítulo en el que se habla de helados. Si bien tampoco podemos hablar de un capítulo que pueda apasionar a todos, si que tenemos información al alcance como para profundizar en él hasta rellenar una estantería, hablando sobre las principales compañías (Miko, Frigo, Camy...) y su presencia hoy en día, la evolución del catálogo a través de los años u otras cuestiones que pudieran resultar de interés.
Sin embargo éste capítulo se reduce a un "Top-Ten" esquemático de helados, aquellos que en el recuerdo popular más se han consumido, con algunas imágenes para avivar más las sensaciones y algunos chascarrillos que acompañan a cada definición. Algo bonito y divertido, pero nada que nos incite en un futuro a volver a retomar la lectura.

Así se va repitiendo en todos y cada uno de los capítulos, como ya he comentado tratando diferentes temas: Cine, Modas... Hasta completar el grueso del texto.
Para dar algo de complementación al contenido (y además hacerlo más ameno y participativo para el lector), los autores han incluido en el mismo ciertos "pasatiempos" en forma de test, crucigramas, etc, que amplían levemente los contenidos. Quizá sean éstos acertijos y los apartados de ¿Sabías qué? los que más atractivo tengan para una persona que no esté sollozando por no poder conseguir hoy en día un Colajet.

Con semejante estructura me ha recordado mucho, haciendo un poco de offtopic, a una canción que tiene ya unos años de un grupo llamado El Reno Renardo, que en clave de humor hace también un repaso musical por la década de los 80.



Lo que viene a ser un popurrí alegre y bonito de aquello que pudo marcar durante la época. Se entiende por donde quiero ir ¿No?

Sin embargo hay que mencionar, y ésto es importante, que los propios autores en el prólogo ya anuncian la realidad del libro. Quizá como escudo, o quizá como única forma de orquestar la información, advierten que:

"El período EGB es muy amplio (de principios de los setenta a mediados de los noventa) y la temática que abordamos desde Yo fui a EGB en internet es tan extensa que por el bien de las estanterías es imposible concentrarlo todo en un único libro. Nos hemos centrado en diez temas que todos hemos vivido y que van desde las chucherías y lo que comíamos en aquella época, cómo vestíamos, lo que veíamos en la tele y la música que escuchábamos hasta las revistas que leíamos y las pelis que alquilábamos en el videoclub, a qué jugábamos en el recreo y cómo eran nuestras clases."

En definitiva, no podemos quejarnos tampoco de que no nos avisaron.

Valoración


Si queremos un libro ameno, fácil de leer y que nos lleve de nuevo a nuestra primera década de vida, Yo fui a EGB es el libro perfecto. Es más, Yo fui a EGB es el regalo perfecto para acertar con cualquier persona que ronde los 30 y que en más de una ocasión haya dicho aquello de "Me acuerdo yo de cuando éramos pequeños y..."
Está cargado de fotografías de la época y sintetiza bastante bien aquella época. Nos permite recordar tiempos pasados y poder decir en alto eso de "Entonces si que se vivía bien".

Bajo este contexto, Yo fui a EGB es el documento perfecto.

Sin embargo, si lo que buscamos es algo más, especialmente algo más a lo que puede enseñarnos la red o Youtube por ser más específicos con un solo click, nos sentiremos defraudados con la precaria información que aportan los autores.

Como he comentado anteriormente, Yo fui a EGB es un libro de esos que vas a coger con intensidad, que seguramente devorarás en cuestión de horas/días, que disfrutarás de la primera a la última página... y cuya esperanza de vida morirá en el momento que pases la última página. Seguramente pasará a engrosar la lista de tomos que habitan en la estantería y no será releído hasta que pasen muchos años.

Hay que verlo exclusivamente desde el punto de vista del libro navideño cuyo objetivo claro son las compras de esta época del año. El regalo de Reyes de 2013. Un libro con una gran presentación visual, algo pobre en contenido, pero muy rico en documentos que ilusionarán a más de uno.

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